Nació en el pueblo de Cora Cora (Ayacucho) hace 80 años y falleció en la ciudad de Colonia (Alemania). Dejó una estela de alegría para recordarlo con afecto y sin tristezas. Vivió en el universo de su familia peruano-alemana y disfrutó al máximo en el mundo del fútbol.

Wilder Buleje

La llamada de Gabriele Föhrding desde Alemania ensombrece este día soleado de agosto en Lima. Su esposo Luis Zacarías Barraza falleció a las 8 p.m. de Alemania (3 de la tarde en Perú). De acuerdo con su testimonio, se abrazó a la eternidad de manera apacible, sin dolor, sin padecimiento alguno. Los médicos que lo atendieron en la unidad de emergencia hicieron lo posible para que siga entre nosotros, pero perdieron esa batalla.
Lucho Zacarías vivió con intensidad en el mundo del fútbol. Será siempre recordado por haber integrado dos comandos técnicos de la selección nacional con los cuales clasificamos a los Campeonatos Mundiales de Argentina 1978 y España 1982. El primero bajo la batuta de Marcos Calderón y el segundo con Elba de Padua ‘Tim’.
Hincha devoto y confeso de Universitario de Deportes, siempre tuvo palabras de excepción para Miguel Pellny Guardia, exdirectivo crema que lo guio por los intrincados caminos del balompié profesional en nuestro país. También mantuvo amistad intensa con Alejandro Heredia, el recordado Cholo Heredia que era la voz de reflexión en el oído de Marcos Calderón.

Lucho compartió media vida al lado del recordado médico Jorge Alva, su compadre espiritual; al ahora abogado Enrique La Torre, lo guio en sus primeros pasos como entrenador de menores; y hace unos años estableció fuerte vinculó con Alfredo Honores, ex preparador de arqueros en la selección que clasificó al Mundial de Rusia 2018.

Luis Zacarías mantenía una estrecha relación con el fútbol de Alemania desde los años 70. No solo porque estudió en la Universidad de Colonia, sino por haber demostrado un trabajo riguroso en los seleccionados nacionales que participaron en los Mundiales de Argentina 1978 y España 1982, así como en los equipos que le tocó dirigir.

Cada vez que un club de la Bundesliga tiene interés en adquirir un jugador de Sudamérica, Zacarías se convertia en fuente de consulta obligatoria. Su palabra era ley y sus aciertos fortalecieron la confianza de las nuevas generaciones de gerentes deportivos y entrenadores de ese país europeo.

Luis Zacarías, ex vicepresidente de la Federación Peruana de Gimnasia, estaba abocado en la realización de clínicas para futbolistas de las categorías menores. Era un convencido que la enseñanza – aprendizaje del ajedrez sería gran utilidad para complementar la formación de los futbolistas de la categorías del fútbol de menores.
No hay exageración en señalar que serán miles de amigos y conocidos quienes lamentarán el fallecimiento de Lucho Zacarías. Además del fútbol, estuvo vinculado a la gimnasia artística competitiva. Fue vicepresidente de la Federación de Gimnasia y conductor del Club de Gimnasia Colonia de San Borja.

Fue un apasionado del tenis, jugador tenaz y pícaro con la raqueta. También le divertía las billas, cuando estaba en Lima asistía dos veces por semana a un salón de Lince. Lucho combinaba el trabajo intenso con la recreación. Además, era experto parrillero y disfrutaba mucho con la preparación de carnes en la caja china para las reuniones de fin de semana.

Apenas el viernes pasado escribió a un chat de directores técnicos y profesores que había revalidado su carné de entrenador UEFA (Asociación de Fútbol de la Unión Europea). Es decir, estaba motivado para seguir adelante con sus proyectos en el balompié y ya tenía avanzadas conversaciones con autoridades municipales del Callao y Lima.

Fue preparador físico de la reconocida tenista Laura Arraya, de los boxeadores Fernando Rocco y de Luis Ibañez que incluso llegó a disputar un título mundial en Japón de la categoría » Peso Mosca»
La muerte cancela todo. Anula todo. Como si el destino nos impusiera una embocada inevitable. Pese a cualquier adversidad, quienes lo conocimos y lo disfrutamos en vida sabemos que Lucho seguirá prodigando alegrías desde dónde esté. Eso nos reconforta y nos anima en estas horas primeras horas de su ausencia.

De seguro para para Gabriele, sus hijas, sus hijos políticos y sus nietos son horas muy difíciles, ásperas. Sin embargo, solo puedo afirmar que la legión de amigos de Lucho Zacarías lo recordará con afecto, como el hombre exitoso en los emprendimientos que él se impuso en la vida. ¡¡¡Adiós Lucho!!!
Un comentario
Gracias Wilder por este emotivo articulo sobre un excelente profesional, gran deportista pero sobre incomparable amigo.
Armando